Los Fenómenos Paranormales experimentados en medio de los conflictos bélicos 

Las contiendas bélicas son el origen de hechos extraños como apariciones fantasmales, premoniciones, visiones, milagros. Así ha sido desde los orígenes mismos del hombre.

La Primera Guerra Mundial parece haber concentrado entre los horrores y devastación que causó durante su recorrido letal un campo propicio para una infinidad de hechos paranormales registrados en las cartas de soldados que participaron de la contienda que ensangrentó a gran parte de Europa entre 1914 y 1918.

Desde los testimonios planteados en torno a los Angeles de Mons y atribuidos a un ejército celestial que cubrió la retirada de batallones aliados que escapaban del ataque alemán en un bosque convertido en una trampa de fuego y muerte, hasta el escuadrón británico literalmente absorbido por la niebla en el intento por arrebatar Gallipoli a los turcos en 1915, una increíble cantidad de hechos paranormales tuvieron escenario en la Gran Guerra.

Estudiosos de esos fenómenos aseguran, sin embargo, que ese tipo hechos guarda íntima relación con los traumas que vivían a diario los soldados en una guerra sanguinaria librada en las trincheras.

Tim Cook, historiador referente del Museo canadiense de Conflictos Armados, publicó al cumplirse el centenario del comienzo de la Gran Guerra en la prestigiosa revista académica Journal of Military History, una investigación en la que da cuenta de una cantidad de sucesos escalofriantes que revelan misterios insondables registrados en los campos de batalla.

Por ejemplo, soldados canadienses contaron en cartas enviadas a sus familias como tras las batallas de Passchendle y Vime Ridge compañeros suyos caídos en combate, en algunos casos con horribles mutilaciones, continuaban vagando por los bosques destruidos por el fuego de la infantería de uno y otro lado.

Contactos inexplicables

En su investigación, Cook hace mención a un detalle espeluznante: para muchos soldados el contacto vívido cara a cara con compañeros muertos en acción era moneda corriente y la única manera de interpretar esa realidad, a la distancia, pasa por entender la íntima relación a la que cada combatiente mantenía con la muerte que estrechaba los límites entre la vida y el más allá.

Un caso muy conocido en Inglaterra es el del poeta inglés Wilfred Owen quien murió dos semanas antes que culminara la Primera Guerra Mundial, en una acción bélica en el Canal de la Saimbre à l’Oise.

Por esos días, su hermano Harold, que era oficial naval en el HMS Astrae en navegación de por las costas africanas, entró a su camarote y se encontró a su hermano vestido con el uniforme del ejército.

Sorprendido, le preguntó qué hacía allí y como había subido al barco si no había tocado puerto. Wilfred no contestó y solo una mirada profundamente triste era la respuesta que recibía su hermano, que en minutos cayó rendido por un sueño profundo.

Al despertar, Harold vio que nadie estaba en la habitación y se enteró por un oficial de a bordo que golpeaba la puerta del camarote, que su hermano combatiente había muerto una semana atrás.

Fotografias de Más Allá

Las historias sobre hechos paranormales en la Gran Guerra encuentran episodios francamente inexplicables como la fotografía de un combatiente que al momento de ser retratado, llevaba más de una semana de muerto en acción.

Ese episodio saltó a la vista en ocasión de una foto grupal que se tomaron los integrantes del primer Escuadrón Real Sir Victor Goddard. En la imagen los aviadores posan junto a los mecánicos y entre ellos se puede ver a uno de los asistentes, Fraddy Jackson, riéndose con el resto de sus compañeros.

Sin embargo, todos los que aparecen en la fotografía aseguran sin encontrar justificación al hecho que Jackson había muerto una semana antes durante un bombardeo enemigo.


Desvanecidos en el aire


28 de agosto de 1915. Los ejércitos turcos ocupaban un terreno elevado cerca de la bahía de Sulva, en donde combatía frente a ellos el Regimiento Británico de Norfolk, que recibió la peligrosa misión de atacar las posiciones enemigas. Sin pensarlo, cientos de hombres avanzaron hacia el frente atravesando un pequeño bosque. Soldados neozelandeses que observaron la maniobra afirmaron que, sobre los árboles, a muy escasa altura, flotaba una extraña nube con forma de "hogaza de pan". Los soldados británicos penetraron en su interior. Nadie volvió a verlos nunca más.

Desde ese instante circuló la leyenda de que el Regimiento de Norfolk había sido poco menos que abducido por la nube, pero un reportaje de la cadena BBC a finales de la década de los noventa demostró que aquellos cientos de soldados fueron presa de una emboscada turca en el interior del bosque, y que los cuerpos de los guerreros quedaron sepultados por la arena y la maleza del lugar.

Pero no todas las desapariciones tienen una explicación tan tajante y terrenal. Así sucedió en 1924 durante la guerra que mantuvieron los árabes en la antigua Mesopotamia.

Debido a sus intereses en la zona, el gobierno británico organizó constantes vuelos para controlar la situación. En uno de ellos, el 24 de julio, el teniente W. T. Day y el oficial piloto D. R. Stewart despegaron para llevar a cabo un vuelo de reconocimiento de cuatro horas de duración. No regresaron.

Desde la base se envió una patrulla de rescate que localizó el aparato al día siguiente. El avión no había sufrido desperfecto alguno: los depósitos de gasolina estaban llenos y el motor arrancó en cuanto se accionó el contacto.

Sólo faltaban los dos ocupantes, cuyas huellas quedaron marcadas sobre el lugar al cual habían saltado desde el aeroplano. Siguiendo su rastro, se dedujo que los dos hombres anduvieron juntos por espacio de cuarenta metros, después se detuvieron y nada más se supo. Las huellas se detenían en seco, como si los soldados se hubieran esfumado allí mismo

Milagros en la Guerra

26 de agosto de 1914. El ejército británico se retira en desbandada ante el empuje de los soldados alemanes, que les superaban en una proporción de tres a uno. Y es que, justo antes, todo parecía perdido para los ingleses y más cuando una unidad de caballería del emperador Federido Guillermo les cortó la retirada en la localidad francesa de Mons.

Pero el esperado final no se produjo, porque los caballos alemanes se asustaron por algo que veían en el cielo y que provocó la huida de la unidad de caballería, lo que facilitó a las tropas inglesas la posibilidad de salir de aquel lugar.

Mucho se debatió sobre lo ocurrido en Mons. El escritor Arthur Machen señaló que los soldados alemanes vieron un escuadrón de ángeles cerniéndose sobre sus cabezas, lo que "demostraba" que Dios estaba en aquella guerra del lado inglés.

Tanto impacto causó esa explicación que muchos oficiales británicos corroboraron esas palabras, aunque posteriormente el propio Machen reconociera que todo había sido producto de su imaginación. A día de hoy aún se desconoce qué ocurrió realmente.

La intervención divina aparece también en informes de soldados que relataron haberse topado con entidades que salvaron sus vidas de forma milagrosa. En especial se habla del "camarada de blanco" o "el ayudante blanco".

Tradicionalmente, con ese nombre se hace referencia a la visión de una persona vestida de ese color que aparece repentinamente para salvar las vidas de soldados en peligro de muerte. Uno de esos testimonios lo proporcionó un oficial que en 1915 había quedado atrapado en un cráter.

Herido en ambas piernas e incapaz de moverse, el hombre esperaba resignado el momento en el que una bala impactara sobre su cuerpo cuando, sin saber de dónde salió, una persona de blanco se interpuso entre él y los fusiles alemanes. Le recogió con sus brazos y al depositarle en suelo amigo desapareció para siempre.

No menos sorprendentes son las historias en las que parientes o amigos lejanos intervienen en momentos de peligro mortal para el protagonista. Eso fue lo que le sucedió a un cabo canadiense llamado Richard, que tras escaparse de un campo de concentración nazi consiguió alcanzar la frontera con Holanda después de una caminata de trescientos kilómetros.

Según su relato, al final de su marcha una alambrada le enfrentó a dos posibles direcciones: una conducía a Holanda y la otra a Alemania. Cuando tomó el camino que creyó correcto sintió una voz que parecía la de su hermano. Le dijo que erraba en la elección. Obedeció y… acertó.

También la señora Ponwall, esposa de un oficial de Marina, sintió una voz que le advertía y a la vez profetizaba de la entrada de Turquía en la guerra, de la muerte de su esposo, de la pérdida de un submarino y de la explosión de la fábrica de municiones de Silvertown que ocasionaría decenas de muertos.

Todos esos augurios se cumplieron con tanta exactitud que la Sociedad de Investigación Psíquica de Londres investigó el caso en profundidad.

Masacres, fantasmas y apariciones

En 1939, un avión de transporte militar despegó con trece hombres a bordo en un vuelo de rutina. Tres horas después del despegue, la torre de control recibía una llamada de socorro. Tras aquello, llegó el silencio.

Al parecer, el dispositivo de búsqueda no se activó y el avión regresó a la base en un aterrizaje de emergencia. Cuando el personal de tierra subió al aparato no pudo menos que horrorizarse ante la visión de los cuerpos sin vida de doce miembros de la tripulación diseminados por el suelo del avión. El piloto, que agonizaba, moriría instantes después.

Dentro del aeroplano el olor a azufre lo inundaba todo, pero lo más sorprendente fue averiguar que los pilotos habían vaciado sus cargadores contra algo o alguien.

Además de que en la parte exterior del avión se observaran importantes desperfectos, el personal de auxilio contrajo una extraña afección cutánea. Rápidamente, el velo del secreto militar "sepultó" el caso.

No menos extraños son los episodios protagonizados por el USS Kennison, un destructor de la clase de Wickes de la marina de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1942 patrullaba en busca de submarinos japoneses cerca del Golden Gate bajo una niebla tan espesa que sólo permitía la navegación con la ayuda del radar que, sin embargo, no captó a un navío de dos mástiles que rozó al destructor mostrando una cubierta vieja y vacía. Segundos después, ante la atónita mirada de toda la tripulación, aquel navío que parecía sacado de otro tiempo desapareció.

Al año siguiente, el Kennison patrullaba la costa de San Diego. La noche era clara y estrellada, lo que permitió a los vigías alertar de la proximidad de un carguero, pero de forma inexplicable el radar tampoco lo detectó, si bien el buque se acercaba tan peligrosamente al destructor que tuvo que darse la orden de evasión. Justo en ese instante, el carguero desapareció ante los asombrados marineros.


El misterio continúa

¿Cómo pueden explicarse estos relatos tan documentados y variados? ¿Hay una respuesta común para todos ellos o se deben analizar por separado? Lo cierto es que aún estamos lejos de dar respuesta a tantos sucesos extraños ocurridos en períodos de guerra. Quizás el tiempo sea la clave y sólo tengamos que esperar a la aparición de nuevos datos para alcanzar las respuestas que nos faltan.

Así sucedió en 1957. Hasta entonces, el paradero de una unidad de artillería nazi había sido una incógnita y todo lo relacionado con la misma era un misterio.

Y es que dicha unidad desapareció en la nada como años antes había ocurrido con los soldados de Norfolk. Pero en ese 1957, la verdad salió a la luz o mejor dicho, a flote después de que buceadores checoslovacos se sumergieran en el Lago del Diablo para buscar el cuerpo de una joven que se había caído de su barca.

Los submarinistas encontraron el cadáver que buscaban, pero también se toparon con decenas de soldados vestidos con uniforme de combate. ¡Eran los miembros de la unidad de artillería nazi que se había perdido 15 años atrás! La gelidez de las aguas y su profundidad habían guardado intacto el misterio hasta entonces.

Vía:  Diariopopular.com.ar    Espaciomisterio.com/civilizaciones-perdidas/  


Audios relacionados´


Nuestro Insólito Universo es un programa de radio, desarrollado y creado por Rafael Silva, siendo su locutor Porfirio Torres.

En los cinco minutos de duración que tiene este programa se narran historias asombrosas referentes a temas que despiertan la atención del oyente.

La Tripulación Perdida del B17

Presagio de un Bombardeo

Submarino fantasma U65